Comisión V archiva proyecto que prohibiría uso del glifosato
Con 8 votos a favor y 4 en contra, la Comisión V del Senado de la República archivó el proyecto de Ley que buscaba la prohibición del uso de glifosato y sus derivados en la implementación de la Política Nacional de Drogas. El senador Jorge Eduardo Londoño, quien defendía el trámite del proyecto, lamentó el resultado de la votación, seguro de que esa decisión no solucionará el problema de los cultivos ilícitos, y por el contrario responde a intereses económicos y perjudica gravemente al país.
“Decir que el narcotráfico o los cultivos ilícitos se acabarán asperjando glifosato es la mayor mentira que se le ha dicho a los colombianos frente a la lucha contra las drogas”, expresó el senador Londoño, al señalar que en 2006 y 2007 la producción de coca aumentó, a pesar de haber sido los años de mayor aspersión de glifosato en nuestra historia. En su exposición a favor del proyecto en mención, también evidenció por medio de datos y estudios provenientes de la academia los impactos negativos del uso del glifosato, de los cuales se destacan: genera toxicidad directa de los alimentos, compromete la fertilidad de los suelos, genera trastornos en la salud, perjudica las tradiciones culturales de comunidades y aumenta los conflictos entre la fuerza pública y la población, entre otros. Asimismo, planteó alternativas para disminuir los cultivos de uso ilícito, todo dentro del marco de una estrategia integral que va mucho más allá de erradicar los cultivos: como el control de sustancias químicas, la erradicación manual, la sustitución de tierras, y el control al dinero efectivo, bienes y lavado de activos. Finalmente quedó claro, que el uso del glifosato es una medida no sólo ineficiente sino costosa para el país: el costo estimado por cada familia que se acoge a la sustitución voluntaria es de 40 millones, mientras asperjar una hectárea puede costar hasta 72 millones, con los perjuicios y resultados ya señalados.
Adicional a las evidencias expuestas, el Senador planteó a los miembros de la Comisión que primara la prevención, para proteger las comunidades y los territorios que padecen los efectos adversos del químico. Este llamado se hizo bajo el principio de precaución: “ante la duda, abstente”. Sin embargo, las mayorías del Gobierno prefirieron archivar el proyecto. “Las soluciones para este tema no nos van a caer del cielo con glifosato asperjado. No. Las soluciones las tenemos que construir en la tierra”, concluyó Londoño.
